/El grupo excursionista que abre camino a la solidaridad/
La entidad Gas Mountain convierte la montaña en el escenario para dar visibilidad a todo tipo de causas solidarias.
Enamorados de la naturaleza. Protectores de su entorno. Amantes de la vida que desprenden el olor a campo, las montañas y los caminos dibujados por las rocas y la tierra. Inmersos en una ruta que cada día descubre nuevos lugares por recorrer. Es la historia de un grupo de excursionistas de la Garrotxa y el Alt Emprodà que tiene en Gas Mountain un instrumento con el que compartir su pasión y aportar su granito de arena.
Humberto Vila es uno de los artífices de este club, una entidad sin ánimo de lucro que enfocó sus acciones al beneficio de la montaña. La labor inicial del colectivo se centró en habilitar, en sus tiempos libres, viejos caminos para que todo el mundo disfrutara de sus rutas. Protagonistas de un trabajo a la sombra, su presencia en varias carreras y pruebas deportivas ha servido, con el tiempo, para visibilizar distintas causas, más allá de los valores inherentes al deporte y la montaña.
MDM.cat es la prueba en el calendario que ejerce como símbolo de su lucha.
Su participación en la oncotrail, una prueba para recaudar fondos contra el cáncer, les abrió la vía de la solidaridad y mostró una nueva perspectiva para seguir creciendo. Fue la semilla de un nuevo itinerario por el que transitar para dar visibilidad a colectivos y corredores que, al desafío deportivo de las carreras, añaden un mensaje humano. En esa línea, el equipo de Gas Mountain ha ido protagonizando pequeñas acciones que han traído grandes logros.
En 2015, su horizonte cambió. “Decidimos organizar una carrera”, explica Humberto, aprendiendo así a crear su propio circuito para difundir esos valores. Hace cuatro años que instauraron la MdM, una prueba que, sin ir más lejos, este año ha contado con el apoyo de figuras reconocibles en el mundo del running como Jordi Gamito. Dispuestos a llenar el calendario de eventos que vayan más allá de cruzar una meta o coronar una cima, la jornada también sirvió para dar visibilidad a Proyecto Pol.
Además, el premio a su trabajo ha llegado con la colaboración de personajes públicos como el piloto de Moto GP Maverick Viñales, que tras conocer el espíritu de la iniciativa, lució en su casco el icono de Gas Mountain. Gestos como el suyo dan valor a todo lo que hacen en la montaña. “A pesar del esfuerzo que cueste, cada vez que hacemos algo acabamos pensando: ¡vale la pena!”, se enorgullece Humberto.
Aunque su objetivo no es convertirse en un club reconocido, el impulso recibido con este tipo de actos sirve para incrementar su motivación y su convicción a la hora de ejercer como altavoz para quienes lo necesitan. “Aportan más ellos que yo. He aprendido cosas que nunca me hubiera imaginado”, explica Humberto tras haber creado un amplio círculo de colaboradores. Un tejido social comprometido con la filosofía del proyecto. El senderismo, el deporte, el cariño hacia el entorno y la lucha por preservar el patrimonio natural como bases de un grupo de excursionistas que continúan conquistando nuevos terrenos cada vez que se calzan las botas de montaña.